Septimo día de la Novena – Por la Paz

Septimo día de la Novena – Por la Paz

4 agosto, 2023 Desactivado Por Athos

Palabra de Dios

“La paz de Dios, que supera todo nuestro entendimiento,
custodiará los corazones y las mentes de
ustedes en Cristo Jesús” (Filipenses 4, 7).

Meditación

Estamos en un mundo duro, mucha gente vive nerviosa y resentida. En ocasiones sentimos que nos agreden o nos miran mal sin saber por qué. Otras veces sufrimos por la envidia de los demás, tememos que hagan daño a nuestra familia y nos preocupa la violencia y la inseguridad.

Pidamos al Señor que derrame su paz en nuestro pueblo, que en nuestros barrios haya armonía y hermandad para que podamos convivir con serenidad. Pero la paz en la sociedad no es posible si no tenemos paz interior. El amor del Señor nos da seguridad y eso nos trae la paz. Podemos aflojarnos, abandonar nuestros miedos y dejarnos tomar por los brazos del Padre. Sólo ese día alcanzaremos la paz que tanto buscamos.

Cuando nos dejamos amar por él, todo serena. Ese día comenzamos a vivir el cielo en la tierra, en medio de los problemas y las preocupaciones que nunca faltan.

Muchas personas no tienen paz porque temen perder algo: una propiedad, una amistad, un amor, el prestigio, la salud, etc. Podremos perder todas las posesiones, muchas cosas se irán acabando una a una, como una flor que se deshoja, pero el amor del Señor siempre estará allí para darnos fuerza y esperanza. Él estará con nosotros para sostenernos y sacarnos a flote. Te parece duro, pero tenés que aceptar que nada en este mundo es eterno, sólo Dios. Y él está siempre para acompañarte con su fuerza y su cariño. Cuando puedas aceptar eso, tendrás paz en medio de todos tus problemas. De todos modos, podés ponerte en sus manos cuanto algo te preocupe, y él siempre te ayudará de alguna
manera.

San Cayetano era un hombre de paz. Tenía en su corazón la paz de Jesús y la transmitía. Por eso varias
veces, cuando había peleas familiares o guerras entre pueblos vecinos, nuestro santo se ofrecía para reconciliar a la gente, para recuperar la paz social.

Pidámosle ayuda para que podamos ser también nosotros instrumentos de paz.

Oración

“Señor amado, por la intercesión de San Cayetano, derramá
tu paz divina en nuestros corazones, en nuestras
familias, en nuestros barrios. Protegenos de todo
peligro. Curá nuestros nerviosismos y angustias para
que podamos seguir adelante con un corazón sereno.
Amén”.